Un estilo de conducción
Presidente, técnico y hasta chofer del micro de Maronese que ya está en la cuarta ronda del Argentino C.
Nadie puede quitarle mérito a Hugo Silva al frente de Maronese, club al que no sólo ha inventado sino que le ha dado un estadio modelo en la capital neuquina mientras el equipo de primera división enriquece cada temporada su propia historia futbolística.
Por segundo año consecutivo, el Dino se ha convertido en el mejor equipo del Alto Valle del Torneo Argentino C y el próximo domingo iniciará la cuarta llave en la división de ascenso ante Defensores de la Ribera, club de Rawson, pero que actúa como local en Gaiman, Chubut.
Desde hace seis meses, Silva le sumó a su función de Presidente de la institución del oeste, la de técnico, sucediendo a Cristian Bravo, campeón de Lifune y conductor en el Argentino C 2009.
No fue una despedida cordial, la insistencia por minutos oficiales en la ofensiva para su hijo, Silva “h” como lo ha denominado la prensa radial, fue uno de los detonantes de la relación.
Desde entonces buscó reemplazantes, rondaron algunos potenciales candidatos por su cabeza para sentar en el banco, pero finalmente se quedó él. El plantel llega a los estadios en un colectivo manejado por la misma persona que les reparte indicaciones en el vestuario y paga sueldos y premios.
Una verdad rareza que por ahora es garantía de éxito deportivo, aunque en las formas se genere el debate.
Apenas terminada la dura eliminatoria ante Unión Alem Progresista en Allen, con la aspereza en las palabras que siempre lo caracteriza, el mandamás de Maro recordó su pasado exitoso por ese mismo escenario, cuando defendía la camiseta de Cinco Saltos en la vieja Liga Deportiva Confluencia.
Tras ocuparse de algunos hinchas que pretendían venganza contra un simpatizante allense en la zona de vestuarios (está en todo) dispara ante los micrófonos periodísticos que “tenía mucha fe en pasar de fase”.
Da la sensación que ninguna pregunta lo toma por sorpresa e intercambia respuestas de cassette con declaraciones que rozan la soberbia, pero para todo tiene explicaciones, incluso para justificar la marca personal sobre Jorge Bomventre.
“Por supuesto que fue una cuestión hablada y trabajada que ha dado resultados. Teníamos enfrente un rival que nos podía dañar si lo dejábamos libre y decidimos marcarlo de esa manera”, dijo al respecto.
¿Ensayaron penales durante la semana?
Todos los días. Aunque el objetivo era ganar el partido, tener que definir por penales era una posibilidad cierta. De hecho nos impusimos 1 a 0 y terminamos pateando. Toda la semana Churrarín (Nelson) atajó uno y Mario (Barros) hacía el quinto.
¿Por qué pasaron?
Tuvimos nuestras situaciones de gol y aunque Unión pudo tener un poco más la pelota en el segundo tiempo lo peleamos todo el partido. Luchamos y tuvimos a todos los jugadores compenetrados, enchufados como para jugar una final.
Desde hoy será tiempo de volver a las prácticas imaginando ya el próximo encuentro ante un rival desconocido al que deberá visitar en la revancha ilusionándose cada vez más con seguir avanzando en la competencia.
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