Unión era Magic Kingdom en el 2009. Un verdadero Reino Mágico donde sólo faltaba Walt Disney para que la alegría fuera completa. Nueva dirigencia, solución a los problemas económicos, el gesto de Pumpido-Alí en aceptar “bajar” a la “B” para trabajar en Unión y la vuelta de muchos hinchas a la cancha, ilusionados con un equipo que rápidamente logró en el 2009 “resucitar” a algunos cadáveres futbolísticos de los fracasos anteriores, promover jugadores de inferiores y, en principio, acertar con los refuerzos como hace tiempo no pasaba.
Así, como por obra de magia, Unión se instaló en los primeros puestos del ascenso en la primera parte de la temporada. Peleó mano a mano con San Martín de San Juan la pole del “uno-dos” y terminó el 2009 segundo, en zona de ascenso directo. El panorama, con una revolución societaria en la sede tatengue, era alentador por donde se lo mirara: dos partidos seguidos en condición de local, donde Unión estaba invicto desde hacía un año; refuerzos -Limia, Pratto, Buján- que llegaron en tiempo y forma; un fixture que marcaba que los posibles “competidores” de Unión tenían que venir a poner la cabeza a Santa Fe: San Juan, Quilmes, Belgrano, Instituto, All Boys.
En apenas tres meses, Unión pasó de todo a la nada sin término medio, despilfarrando la chance más clara -junto a la Promo de Gugnali en Jujuy- desde que cayó a la “B” Nacional. Ni siquiera pudo aferrarse a “manotear” alguno de los dos puestos de Promoción y cayó estrepitosamente a un increíble octavo puesto. Está claro que, si sigue jugando como el viernes a la noche, la caída puede ser mayor aún, por más que a esta altura la tabla acumulada sirva menos que bocina de avión.
¿Qué pasó?
El fútbol profesional es hoy un combo demasiado completo para adjudicar responsabilidades individuales cuando un proceso está a punto de terminar sin cumplir el objetivo. Es respetable que el Turco Alí diga que “nunca se habló de ascenso”, pero él, mejor que nadie -fue ídolo, goleador histórico y respetado por todos-, sabe que las campañas de Unión en el ascenso no tienen término medio: es la gloria con el ascenso o es la decepción de quedar en la “B” con gusto a fracaso.
En todo caso, lo distinto de este gusto amargo respecto de otros es qué es lo que queda. Otros procesos no dejaron nada, apenas vergüenza, como el de Quiroz. Ahora, de cara a la temporada 2010-2011, el paso de Alí dejará una buena base para el futuro, si los dirigentes son inteligentes. Esta vez, a diferencia de otras, no hay que barajar y dar de nuevo. Algunas cartas -Maidana, Zurbriggen, Montero, Ricardo Acosta, Vazzoler, Barisone- sirven para volver a empezar. No tengo dudas de que el Turco es, junto a Claudio Gugnali, lo más rescatable de Unión en los últimos años. La otra figura es la de Nery, que explicó desde el vamos que no quería que lo llamaran mánager, “porque voy a hacer de todo un poco”.
En el inicio de esta nueva era, supervisó desde buscar un tractor para cortar el césped hasta comprar las semillas, reconstruir Casasol, “manguear” con su figura los aparatos de aire acondicionado y elegir jugadores. En la mayoría de los casos, se acertó con los refuerzos como hace tiempo no pasaba: Correa, Limia, Pratto y Calgaro, si se cura definitivamente de su molestia, deberían quedar. Llegamos a los dirigentes: plantel al día, premio millonario por ascender, acompañamiento masivo en los viajes, muy buenos hoteles e inversiones importantes para priorizar el fútbol profesional (Casasol, La Tatenguita, el césped del 15 de Abril ni qué hablar). Entonces, la pregunta del millón es: ¿dónde se falló? Porque por algo Unión perdió más partidos de los que ganó: 7 derrotas, 4 victorias, 5 empates.
Son 17 puntos en 16 partidos. Si se armara la tabla de 2010, Unión estaría en la 16ta. ubicación. Una caída estrepitosa, recordando que había terminado el 2009 segundo y en ascenso directo.
El lado oscuro
Si Alí, como entrenador, dijo que “nunca se habló de ascenso”, ¿por qué Spahn, como presidente, les ofreció un millón de pesos a los jugadores para volver a Primera, además de las escalas cada cuatro partidos? Más allá de pedir disculpas por no ir a la rueda de prensa y hacerse cargo como entrenador de sus responsabilidades, el Turco dijo que “los demás equipos se reforzaron mejor que Unión en la segunda rueda”.
En medio del incendio generalizado que fue el equipo el viernes a la noche, sólo dos jugadores fueron aplaudidos por la gente: Limia y Pratto, casualmente, los refuerzos. El arquero fue figura en varios partidos y el de Boca se ganó el cariño de la gente basado en mucho “huevo” y un puñado respetable de goles. La contracara fue Buján, a quien se lo buscó para “pinchar” al “Coqui” Torres. Al final, no terminó jugando ninguno de los dos. Ya llegará el momento, dentro de tres fechas, de escuchar fríamente a todas las campanas: Spahn, Nery, el Turco. Porque cada uno debe tener, desde su puesto, un análisis distinto.
El gusto del final es amargo, pero esta vez quedan cosas positivas para rescatar. Lo que no se pueden objetar son el amor, las ganas y el tiempo de trabajo que Pumpido en lo suyo y Alí como técnico le dieron a Unión. Lo lamentable, como cada vez que se hace algo bueno, es que no se le pueda dar continuidad, algo que ya pasó con Claudio Gugnali. Porque Nery volverá a dirigir y hoy parece complicado que el Turco siga. Dirigentes nuevos y técnico debutante deberán asumir sus responsabilidades.
Y jugadores “hechos” deberán asumir sus irresponsabilidades -futbolísticas y de conducta- de una sola manera: armando el bolso para irse de Santa Fe. Unión vivía en un Reino Mágico, era todo risas, color, alegría y, de golpe, volvió el mismo final de las películas que ya se vieron en el ascenso desde el 2003 al 2007. Lo de la gente, para sacarse el sombrero. Está claro que en el único lugar donde Unión no tiene problemas es en las tribunas.
Poco explicable lo que pasó en estos tres meses. Sólo entendible por la fantasía de esa comezón del séptimo año, la que a veces arruina todo lo bueno y lindo de antes. 3 partidos son los que le quedan a Unión para completar la temporada 2009-2010: este martes, a las 15.30, visitará al descendido Sportivo Italiano en Buenos Aires. Luego, el fin de semana que viene, recibirá a Instituto -podría ser sábado o lunes por TV- y, finalmente, el sábado 15 de mayo visitará a Defensa y Justicia en Florencio Varela.
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