martes, 7 de septiembre de 2010

PRIMERA D / CENTRAL BALLESTER


Central Ballester perdió contra Puerto Nuevo
Con la pelota, el Canalla fue más; pero con el pito, Bustos cambió el rumbo del partido

El local generó varias situaciones para convertir. En el complemento, el árbitro no cobró un penal, expulsó a 3 jugadores, anuló un gol por una supuesta infracción y le regaló un penal a la visita.

Indudablemente que para hablar de lo sucedido en el estadio de Juventud Unida, es inevitable hacer hincapié en la pésima labor del árbitro Martín Bustos. Pero el análisis de la actuación del hombre de negro, que tuvo una tarde del mismo color, merece una nota aparte. Aquí trataremos de hacer un análisis en torno a la pelota.


Central Ballester y Puerto Nuevo jugaban un partido aparte; esos en lo que se disputa mucho más que los tres puntos que hay juego. Ambos son rivales directos para pelear por la permanencia. Esto, sin dudas, que se vio reflejado desde que el juez hizo sonar su silbato.


La tensión y algo de nerviosismo, hicieron que en los primeros minutos reinara la imprecisión en los pases y, por ende, el juego sea poco vistoso. El Canalla se puso el partido al hombro y salió a buscar el arco rival. Primero, Sosa probó con dos remates de media distancia y después, a los 14’, el arquero le tapó un cabezazo a Marcos Cabrera.


Las insinuaciones del conjunto de Campana pasaban por las jugadas de pelota parada o la búsqueda a Zerbini, el hombre de referencia en la delantera. De un tiro libre, Puerto generó la única opción a su favor en la primera parte. Espíndola cabeceó en el borde del área chica, desprendiéndose bien de la marca, pero su remate se fue por arriba del travesaño (no impactó el balón con el parietal sino otra hubiera sido la historia).


DEL FUTBOL AL POZO


Después de veinte minutos en los que se vio algo de fútbol, generado sobre todo por la sociedad Barraza-Núñez, el nivel de juego cayó en un pozo. Sólo eran pelotazos y que se las arreglen los de arriba.


Sin embargo, a los 29’, Barbas, que venía de convertir contra Argentino de Rosario, sacudió la modorra ejecutando un tiro libre, que hizo revolcar nuevamente a Coesta. El rebote lo tomó el pibe Sosa, pero su remate se fue apenas desviado.


Con poco, en la primera parte Ballester había sido más que Puerto Nuevo, pero no lo pudo plasmar en la red.


CON EL PIE EN EL ACELERADOR


En el complemento, el Canalla nuevamente salió decidido a ir a buscar el partido. Las primeras insinuaciones fueron por el sector izquierdo, donde Sosa pedía la pelota y encaraba. A los 8’, llegó la primera polémica de la tarde: el juvenil entró al área con la pelota dominada, Garrido lo cruzó abajo, pero Bustos entendió que el mediocampista simuló y lo amonestó. Desde la cabina se vio cómo el defensor lo cortó con infracción.


A partir de este instante, el partido dejó de ser tal y Bustos tomó el protagonismo del juego. A pesar de ello, Ballester siguió presionando y a los 17’, Emiliano Núñez encaró por la derecha, remató desde el borde del área grande, Coesta dio rebote y Barraza, de primera, desvió el tiro.


MADURA EL KO


El equipo dirigido por Roque Cabezas estaba contra las cuerdas y no podía salir del fondo. Bustos expulsó a Marcos Cabrera, pero Ballester siguió yendo hacia delante.


¿Otra polémica? A la salida de un lateral, sobre la banda derecha a la altura del área grande, Felman recibió la pelota dentro del área chica. El delantero, cubriendo la pelota, buscó salir hacia la línea de meta, tiró el centro atrás y Pastrana la empujó al fondo de la red. ¿El árbitro? Cobró una infracción que sólo él observó (ni su asistente, que estaba de frente a la jugada la vio).


Con el botín zurdo cargado, Barbas, nuevamente de tiro libre, volvió a exigir a Coesta (la figura del partido), quien mandó la pelota al tiro de esquina.


LA QUE FALTABA


Al juez, el partido se le terminó yendo de las manos con la inexplicable expulsión de Núñez y la terminó de completar con el penal que cobró sobre Zerbini y la expulsión de Barbas. A los 34’, Zerbini recibió dentro del área un pelotazo frontal, bajó la pelota y al intuir la marca del defensor, tiró un sombrero de espaldas al arco. Cuando fue a buscar la pelota se llevó puesto a Barbas y cayó al suelo. Inexplicable, pero real. El mismo 9 se encargó por cambiarlo por gol.


Con toda la situación en contra, y su equipo acomodándose en la cancha (jugaba con 3 hombres menos), Pastrana, muy activo en el complemento, encaró a dos defensores y frente al arco (desde la medialuna del área), su remate le salió mordido, lo que facilitó la tapada de Coesta.


SUSPENSIÓN


Antes de la suspensión del match, el asistente Damián López le alcanzó al árbitro una botellita vacía de una gaseosa cola de 600 mm, que le habían arrojado desde la tribuna. A los pocos minutos, López corrió hacia la mitad de la cancha con el banderín en alto, llamando la advertencia de Bustos, y luego de algunos gestos, el juez decidió suspender el juego. ¿La causa? Si bien en el vestuario no quiso hacer declaraciones a la prensa, aparentemente un hincha molestó al asistente con un caño de pvc (los de las banderas de mano) y lo “vio shockeado”, sin condiciones para seguir dirigiendo.


Era un partido trascendental para ambos equipos. En lo futbolístico, el Canalla fue más que Puerto Nuevo, pero lamentablemente el árbitro del encuentro tomó un llamativo y sospechoso protagonismo, que terminó desbarrancando el desarrollo del juego.


Leonardo Mazza
(Prensa CSyDCB)

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