Los insultos del ultimo partido calaron hondo en su pecho. Hubo un crack en su idilio con la hinchada. El asombro fue tal que no se quedo callado y respondio a los agravios.
En el vestuario con la cabeza gacha buscandole una explicacion a la derrota se maduraba la decision de irse.
El cambio de aire era inminente, no queria que la relacion se deteriorara mas. Queria irse para seguir peleando algo, para recobrar fuerzas, pero las ofertas no llegaban y hasta llego a pensar que la proxima temporada seguiria vistiendo la camiseta de Moron.
Empezó a entrenar con las mismas ganas de siempre pero recibio una llamada internacional de Bolivia.
Blooming le hizo una propuesta y no lo penso, Damian Akerman dejo Moron, el club que lo consagro como maximo artillero de la institucion y se fue a Bolivia.
Dejo la tension, las obligaciones, las presiones para jugar la Copa Sudamericana. Se fue Akerman con un dejo de tristeza, con un sabor amargo.
JUAN PABLO CHAVERO
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